Entre los impactos que se han sentido y se sentirán tras la invasión de Ucrania se encuentra una pérdida importante de mano de obra en el sector de la logística de Europa, donde, durante mucho tiempo, ha sido un problema su disponibilidad.
Problema de escasez de transportistas profesionales
La invasión rusa de Ucrania ha agudizado el problema de la escasez de transportistas profesionales en el mercado europeo del transporte por carretera, añadiendo más de 166 mil puestos vacantes a los entre 380 mil y 425 mil que se calcula que habrá a finales de 2022.
Según los datos de la Asociación Internacional de Transporte por carretera que ha facilitado a Efe, a partir del estudio The European Road Freight Rate Development Benchmark, este es el número de transportistas de Ucrania, Bielorrusia y Rusia que trabajan en Europa y que pueden haber abandonado sus puestos de trabajo debido al conflicto de Ucrania y Rusia.
Según datos facilitados a EFE se pasará de los 166 mil puestos vacantes a los entre 380 mil y 425 mil que se calcula que habrá a finales de 2022
Entre los efectos que se han producido y se producirán tras la invasión de Ucrania se encuentra una pérdida extra de mano de obra en el sector logístico europeo, donde la disponibilidad es un gran problema desde hace tiempo, especialmente de conductores profesionales de vehículos de gran tonelaje, debido a una serie de factores que hacen poco apetecible esta profesión.
En otras partes del mundo, como Estados Unidos o Japón, y no sólo en Europa, también han padecido los efectos.
Factores que han agravado la situación
Entre esos factores tan agravantes para esta situación, destacan el elevado coste económico que supone acceder a dicha profesión, la dureza y esfuerzo físico que exige, las condiciones laborales ofrecidas, el estancamiento salarial o el escaso reconocimiento social de la profesión.
En España, se añade, además, la enorme fragmentación del sector de transporte terrestre de mercancías, que cuenta con cerca de 105 mil compañías, de las que sólo un 4 % pertenece a grandes empresas.
Del total de puestos de transportistas que estaban vacantes en Europa al cierre del año pasado, entre 80 mil y 100 mil, correspondían al Reino Unido; 80 mil, a Polonia; entre 57 mil y 80 mil, a Alemania; 71 mil, a Rumanía, y 34 mil, a Francia, de acuerdo con el estudio, realizado en abril por Upply, Ti y la Organización Mundial del Transporte (IRU).
Hasta 20 mil vacantes en España
El siguiente país con más vacantes es España, donde los puestos sin cubrir han aumentado de 15mil a una cifra de entre 18mil y 20mil, a lo que pudo contribuir la pandemia mundial del COVID-19, que ha ralentizado en 2020 las nuevas altas, al realizarse menos exámenes de conducir, al tiempo que ha disparado el comercio electrónico, lo que, a su vez, ha incrementado la demanda de movilidad de mercancías por carretera.
En España, el tercer país de la UE más dependiente de la carretera, por detrás de Irlanda y Chipre, es clave atraer a los jóvenes para paliar la falta de relevo generacional, teniendo en cuenta que aproximadamente el 72 % de los transportistas de mercancías y el 52 % de los conductores de autobús superan habitualmente los 50 años.
Detrás de España, le sigue Italia, que necesita entre 17mil0 y 20mil conductores profesionales, seguida de Lituania, donde faltan 10mil; Países Bajos (7.000) y Bélgica (4.000).
Países con más conductores extracomunitarios
Polonia y Lituania son los países de la Unión Europea (UE) que emplean al mayor número de conductores extracomunitarios, dado que, del total de 228 mil certificados como profesionales en el transporte de mercancías por carretera en circulación a finales de 2020, 103 mil (un 45 %) se habían emitido en Polonia y 67 mil (un 29 %), en Lituania.
En Polonia, casi el 30 % de los conductores que trabajan en el transporte internacional son extranjeros y, en su mayoría, de países no pertenecientes a la UE, de los cuales alrededor del 75 % son ucranianos y en torno al 20 %, bielorrusos.
No obstante, algunos operadores polacos de transporte de carga aseguran que hasta el 80 % de sus conductores proceden de esos países, por lo que están «desesperados» por cubrir todas estas vacantes, siempre según el citado informe.
Este alto nivel de empleo de ciudadanos, principalmente de fuera de la UE, se debe a su vecindad natural con Polonia y la falta de diferencias culturales significativas.
Debido a la escasez de personal nacional, el gobierno polaco facilitó trabajo a ciudadanos de Ucrania, Bielorrusia, Rusia, Georgia, Armenia y Moldavia, a los que, además, se agilizó la obtención de permisos de trabajo para extranjeros.
En Lituania, la mayoría de esos conductores de terceros países también son bielorrusos, rusos y ucranianos.